Dios
es el verdadero Padre.
Jesús
es el modelo de cómo servir al Padre (Filipenses 2:5).
Dios lo enalteció,
lo sentó a la diestra del Padre (Filipenses 2:6-11)
y desde allí juzga a los vivos y a los muertos (Juan 5:27).
Él
hizo justicia por servirle al Padre (Mateo 26:39-42).
Él justifica, sea quien sea (Romanos 8:33),
a los que creen en su obra (Mateo 26:26-28)
y a los que reciben su nombre (Juan 1:12).
De este modo el encuentro con Dios es el culto (Jn. 4:23-24).
Ofrendar en el culto (1 Corintios 16:2)
es mostrar
su corazón invisible (Mateo 6:21),
cuando su espíritu vuelve a Dios,
entregando su cuerpo
y su alma (Mateo 6:21).
Si hay voluntad dispuesta, será aceptada,
según lo que cada uno tiene, no según lo que no tiene (2 Co 8:11-12).
◎ La ofrenda está sometida a la pobreza.
Así que
Hágala según la fuerza de la fe.
◎ Jesús siendo rico,
nació pobre
para darnos riqueza en abundancia.
◎ Hay que triunfar
en el culto,
entregando nuestro espíritu, cuerpo y alma.
※ Como Dios ama
a su Hijo,
igualmente ama a los que rinden el culto con gozo.