Dios
es Todopoderoso.
Él nos (los mortales) envió el Espíritu Santo (Lucas 11:13).
El regalo más grande recibido de Dios cuando éramos pecadores
es el Cristo
Y la más grande dádiva que recibimos después de ser salvos
es el Espíritu Santo.
Nosotros dependemos de Dios Padre
por el Espíritu Santo.
Recibimos la bendición abundante y la vida de Dios
que nos envía
por el Espíritu Santo (Juan 10:10).
Los que reciben la bendición que Dios derrama
la reciben con persecuciones,
y en el siglo venidero la vida eterna.
La bendición y la vida eterna vienen juntos.
Jesús dijo que
cuando venga de nuevo separará
entre el grano y la paja (Lucas 3:17)
y entre ovejas y carneros.
Hay que perfeccionar nuestra fe.
◎ La voluntad de Dios
está en la palabra.
La palabra es la verdad (Juan 17:17).
◎ Jesús el Verbo;
Él se manifestó en el mundo
para hacer la voluntad del Padre.
◎ El Espíritu Santo obra
conforme a la voluntad del Padre
e intercede por los santos cristianos en su debilidad conforme a la voluntad de Dios
※ El Espíritu Santo que impulsó a Jesús al desierto
ahora nos impulsa a este mundo.
¡Oh, que el Espíritu Santo impulse mi vida mortal al desierto!