Dios
es digno de recibir adoración.
Él es el poder y el puente de la bendición,
y es la esperanza de los que creen Él.
Por la que
Dios dio a su Hijo, el Salvador,
es Jesucristo.
Él es fiel para siempre (Salmos 146:6).
Sea quien sea, depender de Jesús
es mucho mejor que depender de los mortales
y de centenares de hombres poderosos.
Cuando el mortal deja su respiro, vuelve al polvo de la tierra
y en el mismo día se desvanece lo que desea tener.
El año que se fue y el año que viene
los mortales se van
y el juicio viene.
El Espíritu Santo convence al mundo (Juan 16:8-11)
de fe,
de pecado,
de justicia
y de juicio (Juan 16:8)
◎ Ningún mortal se arrepienta
de angustia y contrición conforme a la voluntad de Dios
que llama al arrepentimiento (2 Corintios 7:10).
◎ Esforcémonos con todo para avanzar,
teniendo
la meta por la nueva vida (Filipenses 3:13-14).
◎ Así que
¡comencemos!
y comencemos de nuevo.
※ Abandonemos la vida sin Dios.
Si andamos con Dios obedeciéndole,
Él estará siempre con nosotros.