Dios
es verdadero.
Aunque
no podemos verlo con los ojos,
ciertamente conocemos por la fe que Él está vivo.
Dios
solo se manifiesta entre la gente que oye su palabra y la cree.
Por eso
tenemos que conocer acerca de la fe (Oseas 4:6).
En cambio de desear verlo con los ojos,
hay que recibir la fe que Dios nos dio.
Dios nos dio el evangelio
para salvarnos.
Así que hay que recibir lo que Dios nos dio
en nuestro espíritu y experimentarlo.
Para esto
necesitamos recibir las arras del Espíritu Santo (2 Co 1:21-22).
El Espíritu Santo no es una fuerza o emociones que nos conmueven
sino es el Espíritu de Dios que es persona.
En el Espíritu obedecemos, damos gracias,
cantamos y oramos.
◎ El hecho
que el Espíritu Santo esté en nosotros
es igual a que Dios esté en nosotros.
◎ Si nos arrepentimos
y recibimos el bautismo y el Espíritu Santo,
es igual a que Dios esté en nosotros.
◎ Los cristianos
debemos tener el Espíritu Santo
y debemos ser testigos de Jesús.
※¡Que mi espíritu no blasfeme al Espíritu Santo!