Dios
es el Padre de la vida.
Esto quiere decir que
podemos heredar
el Reino de Dios y la vida de Dios
por medio de Dios.
Dios envió el Espíritu Santo
para testificarlo.
Aunque los israelitas que recibieron la ley
fueron constituidos pueblo de Dios, no recibieron el Espíritu Santo.
La Biblia
anunció dos clases de la gente en Dios:
Uno es el pueblo de Dios bajo la ley,
y el otro es hijo de Dios bajo la verdad.
La ley es de Moisés, la verdad es la del Espíritu Santo.
La ley no da libertad, sino es la ley que condena.
La verdad es la ley que libera a la gente.
Antes de la venida de Jesús, solo se conoció la ley de Moisés,
y después de Jesús ya se conoció la ley de la verdad (Juan 8:32).
El pueblo de Dios es la gente que conoce su pecado.
Dios el Padre le dio al Hijo pecadores, condenados por la ley.
◎ El Hijo del Hombre no ha venido para llamar a justos
sino a pecadores al arrepentimiento (Mateo 9:13)
Así Jesús vino para liberarlos.
◎ Los hijos de Dios
no están bajo la ley
sino bajo la verdad.
◎ El pecado y la muerte se refieren a la ley,
pero los que están bajo la verdad
son examinados por el Espíritu Santo.
※ Los que están en la ley del Espíritu Santo también tienen deseos de la carne
sin embargo, tienen arrepentimiento en ella.
¡Que mi espíritu se arrepienta!