Dios es fiel
Él cumple todo lo que prometió en su nombre
Él es el Alfa y la Omega,
el principio y el fin (Apocalipsis 22:13).
La fe nuestra es creer en la promesa de Dios.
Así que
nuestra fe no es de nuestro propio pensamiento sino recíproca.
Es decir, no podemos tener la fe sin la promesa de Dios.
Si creemos y anhelamos es porque tenemos la promesa de Dios.
Dios nos dio dos promesas: el Primer Pacto y el Segundo Pacto.
La sangre del animal derramada según el Primer Pacto es
la promesa sobre la sangre del Dios que vendría en forma de carne.
Jesús vino a este mundo
para salvar al hombre del pecado.
Y el propósito del Primer Pacto
es para que la gente crea en Jesús.
Así que los que no reconocen
que son pecadores, no pueden creer en Jesús.
Dios
Pagó con la sangre de Dios en forma de carne para salvar al hombre de su pecado.
Y Jesús cumplió la Segunda Promesa enviando el Espíritu Santo.
◎ Los que creen en la primera promesa
en el Espíritu que recibieron
cumplen el día del Señor.
◎ La primera promesa es acerca de la sangre de Dios en forma de carne
y el Nuevo Pacto es el Espíritu Santo
que sale del seno del Padre.
◎ Dios envió a su Hijo, el Verbo en forma de carne,
Y el Espíritu Santo enviado conforme al Nuevo Pacto
es darse a sí mismo.
※ Mi espíritu guarda el Espíritu Santo
es decir, guarda a Dios mismo.
¡Que mi espíritu esté lleno del Espíritu Santo!