Dios
es Dios viviente.
El hombre
oyó por primera vez la voz de Dios
por medio de Él, que vino en forma de hombre:
dice “arrepiéntanse” (Mateo 4:17).
De esta manera,
el hombre pudo saber
cuál es la barrera que separa entre Dios y el hombre.
Dios
envió al Verbo en forma de hombre
haciéndole derramar la sangre con la cual está comprando su iglesia
por el arrepentimiento de los hombres.
Nuestra fe es experimentar
que Dios es el Dios viviente
y experimentar en el perdón que recibimos por el arrepentimiento.
Entonces,
recibimos el Espíritu Santo
y podemos testificar del Reino de Dios por sus dones y su poder,
los cuales siguen a los cristianos que obedecen a la verdad.
Este es el testimonio que la Biblia da.
◎ Dios es eterno
así que lo testifica con los poderes que da a los que invocan su Nombre
ayer, hoy y para siempre.
◎ Dios se manifiesta entre nosotros,
aún tomando nuestras debilidades y pecados,
y aceptando nuestras condiciones y realidades.
◎ La palabra que dice ¡arrepiéntanse!
invita a la verdadera confesión de los pecadores
y nos permiten arrebatar al Reino de Dios con el corazón arrepentido.
※ ¡Que mi espíritu
crea en el poder de la sangre del Señor Jesús!
¡La Biblia es el testimonio y la promesa de la sangre!