La Biblia
es la Escritura que contiene la palabra de Dios.
La escribieron
siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21).
Los que están llenos del Espíritu Santo
testifican de la sangre y la carne de Jesús.
Por eso,
los que han recibido el Espíritu Santo,
deben encontrar la sangre de Jesús en toda la Biblia.
Si no encuentran la sangre de Jesús en la Biblia
sino la sangre de animales y los sacrificios del tiempo del Antiguo Testamento,
es porque no conocen la Biblia.
Así que
hemos de recibir la palabra de Dios hecha
en la sangre y en la carne como nuestro alimento.
La vida es ser salvos de los días muertos del pasado
y
la vida eterna es vivir para siempre
por la palabra de Cristo después de ser salvos.
Hay vida en la sangre de Cristo
y hay vida eterna en la carne de Cristo.
◎ La carne no vale nada para conocer a Dios
pero
el espíritu es provechoso para conocerlo.
◎ Adán y su descendencia deben seguir la palabra de Dios,
son un ser espiritual
que debe obedecer al mandamiento que vino por la palabra que es espíritu.
◎ El espíritu del hombre no puede vivir por su cuenta
pero la carne sí, en el tiempo permitido.
El espíritu debe obedecer a la palabra de Dios.
※ ¡Que mi espíritu reciba la vida de los días muertos por la sangre de Jesús!
¡Que mi espíritu venza al mundo por la palabra y reciba la vida eterna!
La palabra de Dios vino en sangre y carne.