Dios
es uno (1 Corintios 8:4-6).
Como
no es imagen,
es glorificado por medio de su nombre (Mateo 6:9).
Por eso
la idolatría es blasfemia contra Dios (Romanos 1:21-23).
Lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican
y no a Dios (1 Corintios 10:20).
Los que han sido santificados (Hebreos 2:11;1 Corintios 10:21)
no pueden participar de la mesa del Señor
y también de la mesa de los demonios,
no pueden beber de la copa del Señor
y también de la copa de los demonios.
Los que comen de los sacrificios son partícipes del altar
y no son santos (1 Corintios 10:18).
Podemos ser santificados por orar.
En los días pasados seguíamos las costumbres de este mundo (1Co 8:7-8),
pero ahora hemos sido salvos
por la gracia de Jesús que es rico en misericordia (Efesios2:4-5).
Guardemos el propio espíritu con santidad (1 Corintios 8:9-12).
◎ No ensucien su espíritu por días especiales de este mundo.
Su espíritu no es suyo
sino del Señor Jesús que lo compró con su propia sangre.
◎ No se ensucien con el sacrificio a los ídolos.
Apagan al Espíritu Santo
los hijos de Dios, por participar en sacrificios.
◎ Primero oren.
Y sean limpios de su propia conciencia.
Por qué inquietan su conciencia si saben que es un sacrificio.
※ Seamos santificados.
Como Dios es santo, seamos santos.
Es lo que agrada a Dios.